jueves, 28 de junio de 2012

Antes había tantos tipos……..de interés

Bueno mamá ¿Me cuentas ya lo del tipo ese?

El de interés

Sí, sí, ese, el euribor

Pues tengo que remontarme a un poco antes de que tu nacieras. Corría el final de la década de los noventa cuando nuestros vecinos europeos más “chic” fijaron el tipo de cambio irrevocable -que adjetivo tan irónico en los tiempos que corren- de la peseta frente al euro: 166,386, ¡Que no se nos olvide! Por si las moscas o los “hombres de negro” deciden que volvamos a la “pela”.

Los tipos de interés de la, por el momento, extinta peseta, eran mucho más elevados en todos los plazos que los que nos correspondían con el nuevo y seductor euro. Así, el MIBOR -Madrid InterBank Offered Rate- a un año era la referencia de moda entre las hipotecas que se firmaron a tipo variable hasta el año 1999, en Francia tenían su PIBOR y en Alemania el FIBOR que, como casi todos los vocablos económicos de este país, se pronuncia parecido a Führer, aunque todavía no es necesario levantar la mano cuando se escucha. Todo se andará… porque la señora Merkel apunta maneras.

Mamá, céntrate, que no tenemos todo el día y todavía no me he enterado de que va el tipo ese

Vale, vale iré al grano. El 1 de enero de 1999 nació el todopoderoso EURIBOR -Euro Interbank Offered Rate- aunque con cierto complejo de inferioridad dado su menor nivel respecto a los tipos anteriores, especialmente, los españoles, portugueses o italianos, los latinos en una palabra. Recuerdo que en esa época Alan Greenspan presidía la Reserva Federal y se alzaba con el título de gestor de “la década prodigiosa” mientras cruzaba los semáforos en rojo. ¡Qué tiempo tan feliz! Todo eran buenos augurios y el exceso de liquidez inundaba los mercados, pero cómo llegamos desde allí hasta aquí será objeto de un próximo post.


¿Cruzaba en rojo y era Presidente? ¡Qué morro! Y yo dos años estudiando Ciudadanía ..

Hija, volvamos a nuestro manido euribor, primero hay que empezar por entender como se forma. El dato final, ese porcentaje mágico que impregna el mundo hipotecario y determina si las familias podemos llegar a fin de mes, no es más que el resultado de promediar los tipos de interés a los que se prestan los bancos entre sí en el denominado mercado interbancario del euro. Que hay buen rollito y nos fiamos los unos de los otros, pues el euribor baja, y si empiezan las desconfianzas, pues sube o repunta -como gusta decir a los financieros-.

Vale, entonces ¿Porque ahora baja el euribor cuando nadie se fía de nadie y mucho menos de un banco?

Pues por la intervención del Banco Central Europeo, que les presta dinero sin límites (barra libre de liquidez) a un tipo muy bajo que es el tipo oficial o tipo de intervención.

Hoy mi hija tiene fiesta de fin de curso, así que se marcha tarareando alguno de los últimos éxitos de Katy Perry sin insistir el tema. ¡Malo! Esta noche seguirá preguntando.

Por cierto, que sigue bajando el euribor, y mi hipoteca no tiene suelo, así que me voy a celebrarlo con alguna de mis sabias amistades y con unos gin tonic aderezados con toneladas de hielo que nos permitan sobrevivir a los 40 grados a la sombra.

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